ARTISTAS enREDados:
Ana Hdez
Revuelta- Ana Marco Irueste-Ángeles Saura-Arancha
Ayuso-Carlos Alvarez-
Carlos Torrado Lois-Carmen Plasencia-Cristina Moreno
Pabón-Fabiane Pianowski-
Fernando Barredo-Hamilton Freire
Coelho-Inmaculada del Rosal- Mamen Salgado
Mirna Mariana
Sánchez-Pedro
Villarrubia
Convocatoria:
Los artistas-docentes diseñarán sus propias serpientes y éstas se expondrán enREDadas expresando el concepto de trabajo colaborativo desarrollado desde nuestra RED de artistas-docentes.
Proyecto SEDE- TOLEDO:
La exposición será un homenaje a la ciudad de Toledo, atravesada por el río Tajo (con forma de serpiente a su paso por la ciudad) y a su artista más emblemático, El Greco. En algunos de sus cuadros más importantes, como el Laoconte, aparecen serpientes. En otras obras, una serpiente le sirve para sostener en su boca el papel que porta su firma. El artista trabajó en la antigua iglesia de San Vicente, ahora convertida en el Círculo de Arte de Toledo donde se realizará la exposición.
Desde tiempo inmemorial el ser humano ha sentido una extraña mezcla de temor y de fascinación ante la serpiente, constituyendo ésta uno de sus símbolos más antiguos y universales. Inquietante reptil, que cada primavera cobra nueva vida, mudando completamente su piel. Se identifica con las ideas de sabiduría, rejuvenecimiento, fertilidad, salud y prosperidad. Por su carácter reptante y el poder de sus anillos ha sido asociada con los conceptos de vida y fuerza, entre otros.
En 1577 El Greco viajó hasta España , donde le esperaba una serpiente gigante...el río Tajo a su paso por la ciudad de Toledo, una ciudad laberíntica, lugar ideal para vivir y crear. Árabes, judíos y cristianos habían logrado en el Medievo convivir allí en paz algo que luego cambió por la presencia de la Inquisición que impuso el Cristianismo como única religión. Tras un final de siglo marcado por la presencia de la corte de Felipe II en la ciudad, Toledo se convirtió en el centro, no solo político sino también religioso, del Imperio Español. En su río Tajo se pescaban anguilas muy apreciadas en las mesas toledanas que servirían de inspiración para dar forma serpentiforme a postres típicos toledanos.
El Greco quizá viera ya entonces estas anguilas moldeadas en mazapán. Al ser la anguila un animal tabú para el Judaísmo, y estar prohibida su ingesta para los hebreos por su semejanza con las serpientes, una simple mueca de desagrado al ingerir un postre con su forma podría llevar en aquel entonces a una persona ante los alguaciles.
Las primeras obras realizadas por El Greco en España rezuman la influencia de sus maestros italianos; pero al poco de habitar el dédalo toledano evolucionó hacia un estilo personal en el que sus figuras manieristas se alargan y subliman, emitiendo iluminación propia, convirtiéndose en espectros radiantes, envueltos en mágicas atmósferas sometidas a drásticos contrastes. Se hizo un artista rico y famoso y se relacionaba con lo más selecto de la sociedad toledana del momento. Era un hombre culto, aficionado a la literatura clásica y de su época. En algunos de sus cuadros más importantes, como el Laoconte, aparecen serpientes.
En la siguiente obra, El martirio de San Mauricio, una serpiente le sirve para sostener en su boca el papel que porta su firma.
El artista trabajó en la antigua iglesia de San Vicente, ahora convertida en el Círculo de Arte de Toledo donde se realizará la exposición.
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